El siniestro ocurrido en la madrugada de este sábado, pone nuevamente en el tapete la discusión del tránsito en la ciudad de Chajarí, en la que dos inconscientes, manejando una camioneta de última generación, con un grado elevado de alcohol en la sangre y a una velocidad que sobrepasaba los 100 kilómetros en la hora, pudieron haber provocado una tragedia y que hoy, “gracias a no sé quién” están vivos para contarlo.
Mirando las fotos y las imágenes, no podemos abstraernos de otro hecho, hace casi un año, el 5 de febrero de 2023 cuando una camioneta de similares características, conducida a gran velocidad chocó y mato a un motociclista de 45 años en la esquina de 1° de mayo y 25 de mayo y que hasta ahora, lamentablemente la justicia formal no llega a tiempo ni resarce el dolor de toda una familia ante semejante e injusta muerte.
En este caso Pedro, quien acompañaba en la camioneta que fue colisionada, sobrevivió para contarlo.
Precisamente en diálogo con Tal Cual Chajarí relató con voz quebrada esos minutos que casi fueron fatales y trágicos: “Veníamos de trabajar de un carrito en la ruta, yo le ayudo a Lucas (el conductor) que tiene además una parrilla” y agregó “cerramos el negocio, entregamos la mercadería carne, pan y otras cosas que tenía que devolver y me traía hasta casa”.
“Dobla en Tabeni y vemos que esta camioneta venía lejos, pero a la velocidad que transitaba, según un vecino nos contó que venía a más de 100, pero Lucas tuvo ese momento que al verla venir y prevenir el choque volantea porque si no nos hubiera pegado en el medio de la camioneta y hoy no contamos el cuento y nos estarían velando” cuenta Pedro que se le quiebra la voz, mientras toma real conciencia de que “volvieron a nacer”.
“No podíamos creer que estábamos vivos, más aún, nos preocupamos ni bien bajamos de la integridad de quienes iban en la otra camioneta, pero para esto habían huido del lugar, aunque fueron apresados por la policía algunas cuadras después”.
Y Pedro reflexiona sobre lo que provoca esta irresponsabilidad de estos jóvenes de 18 y 20 años, que manejaban borrachos y que “lamentablemente a este muchacho lo dejan sin su medio de trabajo, tiene dos chicos para mantener, una familia que dar de comer y con esto le cortan las piernas, dijera Maradona” finaliza diciendo.