Luego de doce allanamientos que se desarrollaron en las primeras horas del miércoles 30 de octubre y que incluyeron domicilios de Concordia, Chajarí, Federación y San Jaime, la policía desarticuló una organización narco criminal comandada por el narco empresario José Luis Machado.
La pesquisa llevada adelante por el personal de la División Toxicología a cargo del comisario Néstor Garzón bajo las directivas de la Jueza Federal, Analía Ramponi, señala que Machado adquiría la droga con proveedores de la provincia de Misiones, teniendo vínculos en otras partes de la Argentina y Ciudad del Este (Paraguay).
Una vez que contaba con el material estupefaciente, Machado dirigía y financiaba las operaciones, mientras que los otros integrantes, es decir, sus “soldaditos” se encargaban de comercializar y distribuir la droga en Concordia, Chajarí, Federación y Jaime.
De acuerdo al expediente al que pudo acceder Concordia Policiales, además de Machado que actuaba como líder y jefe de la banda, la organización también estaba conformada por los distribuidores de la droga que eran Diego Escobar en San Jaime, Matías Marzoratti en Chajarí, Brian Hernán Sosa y Gabriel Alejandro Rigoni Federación y Ezequiel Acevedo en Concordia.
Todos los mencionados, fueron procesados en la jornada de este miércoles 4 de diciembre por la Justicia Federal. Además, se procedió al embargo de los bienes de los distintos procesados por montos que ascienden hasta la suma más de 89 millones de pesos para el caso del financista y 5 millones para el caso de los vendedores.
De acuerdo a lo que se informó a Concordia Policiales, el trabajo policial y judicial incluyó escuchas telefónicas, allanamientos y tareas de inteligencia, como así también la colocación de dispositivos de GPS en automóviles de los involucrados. Esta herramienta permitió establecer que el grupo estaba dedicado al tráfico de clorhidrato de cocaína, al menos, desde el mes de febrero del presente año.
Quién es José Luis Machado
José Luis Machado es un empresario nacido en Concordia pero en el último tiempo estuvo radicado en Federación. Entre sus actividades laborales figura que es propietario de dos aserraderos y posee una empresa de pallets en Buenos Aires. En el negocio de los aserraderos, uno de sus principales socios es el sobrino de un conocido líder político de la ciudad de Federación, quien actualmente ostenta un cargo en el municipio.
Machado, previo a su detención, era un asiduo animador de carreras de caballos, donde concurría con “Cicatriz”, uno de sus equinos, y apostaba una gran cantidad de dinero. Además entablaba importantes nexos con otros empresarios de Concordia, como el caso del propietario de una importante distribuidora de gaseosas, con quien, según la investigación se lo vio en reiteradas oportunidades.
Entre las actividades ilegales, la pesquisa que pesa en su contra, señala que se dedicaría a la venta de estupefacientes en grandes cantidades. Los investigadores presumen que la droga la adquiría en Posadas, Misiones, para luego distribuirla para la venta en Concordia, Federación, Chajarí y San Jaime, es decir, los domicilios allanados en la madrugada del miércoles 30.
Su punto de acopio era el centro de Concordia, más precisamente en uno de los departamentos de un edificio ubicado sobre calle Pellegrini, a una sola cuadra de la plaza 25 de Mayo. En ese lugar, la policía secuestró cocaína, si bien no en grandes cantidades pero todos los indicios dan cuentan que Machado resguardaba la droga allí.
Mientras que uno de sus principales “soldados” para la distribución y venta de la droga, era Ezequiel Fernando Acevedo. Se trata de un joven que fue condenado a 4 años de prisión en el marco de una causa por narcomenudeo llevada adelante por el fiscal José Arias, por medio de la cual le habían secuestrado un kilo de cocaína. De hecho, la pena comenzó a cumplirla el pasado 22 de octubre, es decir, que el imperio de Machado se fue desmoronando desde ese entonces.
En el transcurso de la investigación también se habría determinado que Machado tenía altos ingresos de dinero, los cuales eran manejados por su hermana menor. De hecho, algunos de los vehículos secuestrados estaban a nombre de la muchacha de 20 años, quien a su vez era propietaria de una empresa de transporte y de una flota de camiones, pero lo llamativo de todo es que esos bienes los adquirió de forma llamativa sin ingresos económicos previos que lo respalden.
El poder adquisitivo que tenía y los negocios que manejaba hacían que José Luis Machado sea muy conocido en la ciudad Federación, pero era aún más conocido por el apodo de Chuck Norris” que el mismo se había puesto, ya que se consideraba intocable y que nadie podría llegar a meterse con él.
