Recibimos en nuestra redacción la siguiente nota de la Mesa de debate: «Trabajadores de la educación», que publicamos textualmente:
Se lee y escucha: “los albañiles no se quejan”, “hay trabajos peores”. Seguramente si preguntamos si para esos trabajos se necesitó de un título terciario o universitario seguro nos contestarán que no. Y por lejos, sus sueldos son más altos que los de un docente. Y ESTÁ PERFECTO, porque si bien no hay forma de comparar un trabajo con otro, ya que sin dudas cada uno tiene lo suyo, TODOS LOS TRABAJADORES MERECEMOS SALARIOS Y CONDICIONES DIGNAS que nos permitan hacer y proyectarnos.
La profesión docente, hoy más que nunca, ha sido objetivo de AJUSTE y PERSECUCIÓN por parte del gobierno. No solo buscan empobrecernos, sino mediáticamente desvalorizarnos, poniendo en nuestra contra a la sociedad: “Docentes eran los de antes”. Antes el sueldo de docente alcanzaba para comprar terreno , casa , auto. Hoy no llegamos al 10 de cada mes. Discusión aparte es si realmente antes tenían vocación. Cuando más de una madre, padre o abuelo cuentan cómo los “fajaban” o “castigaban” por cualquier tontería. Pero sin caer en lo trillado demás, vamos por lo justo:
En primer lugar una resolución (Nº 4.240 del Consejo General de Educación) fija el calendario escolar en 190 días, sin fijar atención en detalles (no menores), por ejemplo:
Iniciar el ciclo lectivo el 11 de febrero. El 24 con el alumnado en las aulas (nunca visitadas por funcionarios provinciales).
No tomar medidas acorde a la ola de calor, para cuidar (también) a los docentes. A los trabajadores que SOSTENEMOS el sistema educativo en CUALQUIER CONDICIÓN.
Proponen reducir el horario, pero enseñar desde la virtualidad (desde las escuelas, muchas sin internet).
Respecto a este último punto vale decir que algunas instituciones educativas redujeron el horario de clases, mediante una Circular (05/25) con recomendaciones para afrontar la situación. En las mismas se advierte: “se permite la posibilidad de la reducción horaria y la virtualidad como alternativa”. Los docentes en las escuelas, los chicos en sus casas.
Ahora bien, los docentes nos preguntamos ante esta firme idea del CGE de ser “más papistas que el papa”, si cuentan con algún relevamiento oficial sobre los resultados de las clases virtuales en pandemia ¿se acuerdan de lo estresante que fue? Y le pusimos el cuerpo por entero, luchando con la virtualidad. Hoy sigue siendo “la solución” (para ellos) y para los que estamos en las aulas: un problema.
Mencionamos esto, porque si quieren exigir que “trabajemos desde la virtualidad” (para que no le “robemos” al Estado) recuerden chequear las condiciones para que la enseñanza y el aprendizaje sean reales, significativos, como dicen tantas teorías. Y no nos olvidemos del sueldo docente, ya que, por lejos, son ellos los que nos están quitando lo que es nuestro: dignidad y salario.
Por último, no nos sirve que la comunidad toda se sacrifique y solidarice no usando los aires acondicionados. Lo que sirve es realizar cambios concretos, inversiones en nuestros edificios escolares y empezar a dialogar de verdad sobre calidad educativa para los 190 días de clases.
Vamos a la práctica, los esperamos esta semana en las escuelas.
*Firmantes:
Mesa de debate: Trabajadores de la educación.*
