¿Quién tiene la culpa cuando experimentamos emociones negativas?
A diario nuestra paz puede verse perturbada por la forma en que nuestra pareja nos habla, o por el comportamiento de nuestros hijos o incluso el mal carácter de nuestro jefe o personal a cargo.
Varios estudios de investigación reflejan la relación entre las emociones y el rendimiento en diferentes aspectos de nuestras vidas. Nuestras emociones pueden actuar como poderosos impulsores o obstáculos para alcanzar nuestros objetivos.
El problema no está ahí, sino en creer que realmente los demás o las circunstancias son las culpables. En desear que cambien los factores externos, en creer que tenemos el control de lo que sucede en nuestro entorno.
Lo cierto es que no hay nada que puedas controlar más que tus propias emociones. Nadie, absolutamente nadie tiene el control sobre nuestro mundo interior, es lo único que podemos moldear y esto va a determinar nuestra calidad de vida.
Si… TU CALIDAD de VIDA tiene que ver con LA CALIDAD de tus EMOCIONES.
Entonces tus emociones pueden ser un motor que te impulsa o pueden ser una gran piedra que te hunde en lo profundo del mar.
Pero..¿cómo hacemos para despejar nuestra mente de esas emociones y evitar que permanezcan por mucho tiempo habitando nuestro interior?
Nuestra mente filtra la gran información que recibe y hace que pongas foco en algunos aspectos de que nos acontece a diario. Sobre todo pone foco en lo negativo.
Entonces cuando nos enfocamos en lo negativo de un suceso, creemos que ese sólo aspecto es la realidad y teñimos todo. Un simple hecho, como por ejemplo que llueva justo el día de ese festejo de cumpleaños que tanto esperaste, puede significar esa gota de tinta que tiñe todo el vaso, quizás no fué la lluvia, quizás era un hermoso día pero la pastafrola no salió como queríamos, entonces ponemos foco en ese pequeño detalle y no hacemos más que quejarnos y no vemos todo lo que salió bien. En ese momento permitimos que la negatividad tome el control.
Las emociones no están fuera de nuestro control, están influenciadas y tiene que ver con hacia donde dirigimos nuestra atención y el significado que le damos a las cosas. Tenemos el poder de cambiar lo que nos sucede al cambiar nuestra percepción de los problemas y mejorar nuestra comunicación con los demás.
Se trata de cambiar la forma en que percibimos las situaciones. Las emociones están diseñadas para ayudarnos a cambiar nuestras acciones y nos indican que hay algo que necesitamos hacer. Es importante recordar que nuestro cerebro no está programado para hacernos felices, sino para asegurar nuestra supervivencia, la mente busca constantemente peligros, ya sean reales o imaginarios, para que podamos mantenernos alerta y a salvo.
Si dejamos que nuestros pensamientos negativos tomen el control, nos mantendremos en el modo de supervivencia, estaremos viviendo en lo negativo todo el tiempo, experimentando estrés y ansiedad. Creo que es sumamente necesario actualizar nuestro «software» mental para aprender a darle una dirección diferente que nos permita vivir más felices e ir hacia lo que deseamos.
En donde ponemos el foco eso es lo que obtenemos.
Es fácil caer en la negatividad. Pero incluso si las cosas van mal, podemos enfocarnos en lo que sí podemos controlar. Así como podemos poner foco en lo negativo, también podemos poner foco en lo positivo.
Recientemente, asistí a un evento y durante una meditación, el instructor nos dijo: «Presta atención a tus manos, imaginate que una mano agradece a la otra, sentí gratitud por todo lo que han hecho en tu día…” Y estas palabras tan simples, este enfoque tan sencillo fué el disparador para reconocer lo poderoso que es poner el foco en la gratitud. No nos paramos a valorar lo que ya tenemos, lo que ya está bien en nuestra vida.
Enfocarme en mis manos me permitió conectarme con lo que realmente es valioso para mi, reconocer lo que es importante y dejar de correr tras lo urgente, cuando sentí esa emoción de gratitud, sentí calma y reconocí lo mucho que tengo para agradecer en mi vida.
Me di cuenta de la lista infinita de cosas por las que estoy agradecida.
Y esa es la herramienta que te propongo para salir de la negatividad: LA GRATITUD.
El cambio está en vos, no en los demás o en las circunstancias.
Es una herramienta gratis que está a tu alcance. Tomate un ratito todos los días y pensá en eso que tenés para agradecer. Preguntate que cosas ya tenés en tu vida ya están muy bien.
Podés escribir todos los días una lista de cosas que agradeces en tu vida, de todo eso que es importante para vos, eso que ya no te das cuenta de valorar porque ya están ahí, pero si las perdés darías cualquier cosa por tenerlas. Como por ejemplo: la sonrisa de tus gurises, el disfrutar de unos buenos mates, el disfrutar de una ducha caliente, de una cama para descansar, tus pies que te permiten caminar, tus amigos..
Sentí esa emoción de gratitud en tu cuerpo. Inhalá profundo y disfrutá de esa energía.
Contame qué te parece esta herramienta y si te gustaría conocer más sobre la gratitud.
Te abrazo.
Natalia Paoli.