El poder de la gratitud Por Natalia Paoli

12-06-2023 Opinion

 

 

Cuántas veces al día te encontrás pensando que la vida es difícil, que todo cuesta?. Te entiendo. La situación socioeconómica del país puede no ser alentadora. Hay problemas en el trabajo, en la familia, en la escuela…  desafortunadamente, este enfoque nos mantiene atrapados en un bucle de malestar, donde parece que todo está mal en nuestra vida.

 

Pero dejame decirte algo: pensar de esa manera no te lleva a ninguna parte. Solo nos mantiene atrapados en un círculo vicioso de malestar, un círculo que nos hace creer que no tenemos nada, que los demás son mejores que nosotros, que «no somos suficientes».

 

Este es un patrón que habla de la falta, la carencia. Cuando operamos de este modo, estamos dejando que nuestro cerebro reptiliano tome el control, y nuestra mente cree que solo necesita sobrevivir. Esto solo trae consigo más carencia, más estrés y más malestar.

 

La vida no está en tu contra, ¡todo lo contrario! La vida está de tu lado y quiere que la vivas bien. Vos mereces vivir bien hoy, no solo cuando te jubiles.

 

Y para ayudarte a liberarte de ese modo de control, quiero presentarte una de las mejores herramientas que tenemos a nuestra disposición, respaldada por la neurociencia: la gratitud.

 

Muchas investigaciones han demostrado los beneficios de la gratitud en nuestro cuerpo y mente. Practicarla ayuda a reducir los niveles de estrés, depresión y ansiedad, ayuda a enfrentar mejor la adversidad, aumenta tu capacidad para perdonar, eleva la inteligencia emocional y la capacidad de concentración, ayuda a dormir mejor, activa la curación en el cuerpo, mejora la piel y fortalece las relaciones personales y sociales entre otros beneficios.

 

Practicar sentir gratitud hace que cambiemos el enfoque, hace que el foco no sea el problema sino nuestra forma de enfrentarlo. Los estudios dicen que eleva la felicidad un 25 %. Es una pastilla mágica y vale la pena practicarla. 

 

Permitime compartir con vos la historia de Martina, una de mis grandes maestras. Martina tenía 10 años cuando la conocí ella estaba recibiendo un tratamiento para curarse de leucemia. A pesar de las complicaciones y el debilitamiento de su cuerpo, consecuencia de la enfermedad y la medicación oncológica, Martina encontraba momentos mágicos incluso en medio de su situación. Me enseñó a vivir de verdad, a apreciar lo que tenía dejando la queja a un lado.

 

Ella tenía la suerte de tener acceso a un buen tratamiento, comodidades e incluso a una enfermera para ella sóla. Y lo mejor de todo era que lo valoraba, disfrutaba de cada uno de sus juguetes, libros y películas. Disfrutaba al máximo cada postre, aunque sabía que probablemente lo vomitaría después. Nunca se quejó de su enfermedad. Se levantaba con una sonrisa y agradecida. En sus ojos brillaba la vida misma y transmitía amor.

 

La actitud que tenía Martina le permitió superar muchos desafíos en su larga internación, el tratamiento fué agresivo pero nos sorprendió a todos recuperación y valentía.

 

Podría contarte también la historia de otros niños que acompañé y que no tenían la suerte de Martina y tuvieron que transitar duros tratamientos sin tener una familia que los acompañe, sábanas limpias todos los días, la posibilidad de elegir un postre, juguetes o películas y te aseguro que esos niños también inspiran pero quiero mostrarte que no se trata de tener o no tener, sino de apreciar lo que ya tenés.

 

No se trataba de valorar lo extraordinario, sino de valorar lo sencillo, los pequeños regalos diarios que se nos presentan.

 

Otra persona que me inspira mucho es Albert Einstein. A lo largo de su vida, Einstein enfrentó dificultades y penurias durante la primera y segunda guerra mundial, se vio obligado a abandonar su hogar y refugiarse en otro país. A pesar de todo esto, él era una persona resiliente, práctica e increíblemente positiva. Si bien no hay registros explícitos de Einstein practicando la gratitud de manera convencional, sí expresó una actitud de aprecio y humildad hacia la maravilla del mundo. Una de sus frases más conocidas, que se alinea perfectamente con la actitud de gratitud, es: «Hay dos maneras de vivir la vida: una es como si nada fuese un milagro. La otra es como si todo fuese un milagro».

 

¿Te imaginas cómo serías vos si vivieras como si todo fuera un milagro?

 

Practicar la gratitud es una invitación y es una decisión. No se trata de hacer una simple lista mental, sino de sentir, revivir esa emoción por una situación, momento, persona.

 

Te invito a adoptar esa actitud hacia la vida, practicando la gratitud diariamente.

 

Pensar en las siguientes preguntas puede ayudarte a traer a tu mente cosas, situaciones, personas por las que agradecer:

 

¿Tenés un lugar al cual llegar todas las noches?, ¿una cama donde descansar?, ¿tenés acceso a agua potable?, ¿podés iluminar cualquier espacio de tu casa con sólo un interruptor?, ¿hay alguien esperándote en casa después del trabajo?, ¿esa persona especial está sana, riendo, jugando o como Martina recibiendo una terapia para curarse?, ¿tenés a alguien para abrazar?, ¿recibís un sueldo gracias a tu trabajo?, ¿tenés comida en tu mesa todos los días?. ¿tenés un talento especial?, ¿te gusta alguna parte de tu cuerpo?. ¿tenés salud?…

 

Si te diste cuenta que tenés cosas lindas en tu vida, es porque conectaste con la abundancia, sentí agradecimiento por eso que está en tu vida, quedate en esa emoción unos segundos y volvé a practicarla mañana.

 

La gratitud es abonar tus sueños y todo lo que deseas que sigan estando en tu vida. 

 

Pero no me creas, probalo y luego me contás. En poco tiempo vas a estar disfrutando de los beneficios: Paz en el presente y una visión maravillosa para tu futuro.

 

Si deseas acompañar tu práctica con una meditación de gratitud, escribime al instagram: natipaoli11 y te la regalo.

 

Recordá que sos capaz de cambiar tu enfoque y encontrar la belleza en las cosas simples de la vida. La gratitud es una poderosa herramienta que te va a ayudar a ver la abundancia y la maravilla que te rodea.

 

¡Atrevete a vivir con gratitud y disfrutar de una vida plena y significativa!

 

Te abrazo.

 

Nati.

 

TAL CUAL CHAJARI

Autor: Oscar Arnau