En un hecho luctuoso producido en la tarde de este domingo en las instalaciones del Concordia Golf Club quien tiene su sede en la Avenida Monseñor Rosch, el reconocido cardiólogo local Lucas Adrián Cosarinsky, le quitó el arma a un policía retirado que oficia de custodia en las instalaciones y se descerrajó un disparo, muriendo en el acto.
Las tranquilas y verdes lomadas del Concordia Golf Club de Concordia donde los aficionados a ese deporte suelen pasar con su familia un rato distendido los fines de semana, en un deporte que no exige fuerza física pero es reconocido como bueno para la salud al caminar durante la secuencia, resultó este domingo con un hecho luctuoso y que impacta en la comunidad toda.
Alrededor de las 17 horas y según testigos, Lucás Adrián COSARINSKY, un reconocido cardiólogo que tenía su Centro Cardiovascular en Brown y Pirovano, abrazó afectuosamente al guardia de seguridad y le quitó el arma que este tenía y tras cartón, sin mediar palabra, se descerrajó un disparo al corazón, falleciendo en el acto.
Los presentes, solicitaron la presencia de una ambulancia y de efectivos de la Cría 5ta. en el lugar. El médico fue trasladado hasta el hospital Masvernat, pero llegó ya sin vida.
De su trayectoria como médico surge que se recibió con honores en la facultad de la universidad donde cursó su carrera y que rápidamente ascendió en su profesión, llegando a ser Jefe de Cardiología del hospital Argerich de Buenos Aires. Aquí tuvo una dilatada tarea como profesional durante la pandemia. Seguramente con el correr de las horas, se sabrá cual ha sido el motivo para tomar tan drástica determinación, en un profesional tan calificado y apreciado en nuestra comunidad.
La investigación está a cargo del fiscal, Mauricio Guerrero, quien se habría hecho presente en el lugar donde ya se encontraba trabajando la División Criminología de la Departamental Concordia, quienes habían secuestrado el arma del guardia y se investiga si quien la portaba estaba autorizado a tenerla, si se encontraba cargada y con una bala en la recámara al momento del disparo o si Cosarinsky debió accionarla para ingresar un proyectil, lo que podría haber dado tiempo al guardia de intentar quitarle la pistola al médico.
Por los datos recogidos en el lugar, el arma es una pistola semiautomática calibre 9 mm. con un cargador de 13 balas.
