Javier Milei tuvo el favor de sus aliados y de varios gobernadores para sostener el veto a la Ley de Financiamiento Universitario. Logró frenar al menos en el plano parlamentario la avanzada de la oposición y de la multitud que participó en la marcha federal de la semana pasada. Este miércoles en la Cámara de Diputados los libertarios lograron juntar un tercio de los votos para evitar que se insista con la norma que planteaba un significativo aumento para los salarios de docentes y no docentes muy golpeados por la inflación. El saldo de la votación fue de 84 por el veto, sobre 160 a favor de la ley.
Es la segunda vez en un mes que el Gobierno logra confirmar en la Cámara baja un veto presidencial, luego de que el 11 de septiembre pasado los 87 “héroes” del Presidente sostuviera su rechazo a la ley de aumento jubilatorio. Hasta ahora Milei mantiene el historial de Néstor Kirchner, Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández, cuyos vetos no han podido ser rechazados por el Congreso.
El apoyo más significativo que tuvo hoy La Libertad Avanza no provino de los ya filo-oficialistas del PRO, el MID y los llamados “radicales peluca”, sino de varias jugadas a último momento que involucraron a un grupo de gobernadores, tanto peronistas como macristas. Terminaron inclinando la balanza los tres tucumanos que responden a Osvaldo Jaldo, pero también fueron funcionales al Gobierno las ausencias de una diputada de Unión por la Patria que responde al mandatario de Catamarca, Raúl Jalil, y de un legislador de Chubut por presión del amarillo Nacho Torres. Además fue llamativo el voto hacia los dos bandos por parte de los legisladores por Santa Cruz, que comanda Claudio Vidal. Se abstuvieron cuatro diputados de Misiones, que responden al mandamás provincial Carlos Rovira, publicó elDiarioAR.
El oficialismo llegaba más holgado que la oposición a la sesión de este miércoles y si bien hubo votos en contra suyo que sorprendieron apenas comenzó el debate, la presión de la Casa Rosada a las provincias terminó por inclinar las voluntades a su favor. Milei no ganó porque juntó más votos “heróicos”, sino porque fue hábil su estrategia de impedir que la oposición no lograra llegar a los dos tercios entre los presentes.
El debate del recinto estuvo marcado por una fuerte presión pública: acaparó gran atención mediática –solo la transmisión oficial en YouTube tuvo más de 26 mil usuarios siguiendo en vivo– y hubo manifestaciones fuera del Palacio Legislativo. A su vez, aún hay facultades de la UBA y de otras universidades del país que siguen tomadas como parte del reclamo contra el Gobierno.
La Ley de Financiamiento Universitario obligaba al Ejecutivo a recomponer los salarios docentes y no docentes a partir del 1 de diciembre de 2023 de acuerdo a la inflación y que también se otorguen aumentos mensuales de acuerdo a la suba de precios. Alcanzaba a un universo de 120.000 personas que forman parte de las 57 casas de altos estudios públicas de todo el país. En otro de sus artículos también buscaba garantizar “la ampliación anual y progresiva del monto y el número de beneficiarios de las becas estudiantiles”. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, la norma comprometía el 0,14% del PBI, un porcentaje que Milei no estuvo dispuesto a ceder, aferrado a su regla de déficit cero.