Absolutamente entregados a los designios del imperialismo yanqui, la Argentina ofrece todo lo que tiene, incluyendo su futuro, a cambio de los dólares que mantengan esta artificial estabilidad económica.
Con fuerte respaldo de grupos inversores internacionales y una oposición política que se divide entre aquellos que son funcionales (esperando ser parte del negocio) y los que viven a la defensiva enterrados en la resignación y el posibilismo, el gobierno de Javier Milei logró transformar a la Argentina en un paraíso para los buitres, piratas y usureros del mundo occidental.
Claro está que este proceso no cuenta con un proyecto, ni siquiera tiene la intención para el desarrollo nacional y, por lo tanto, es inviable en el mediano y largo plazo. Por el contrario, depende única y exclusivamente del tiempo que dure este período de redespliegue imperialista de los Estados Unidos, antes de su contracción inevitable frente a la pérdida de mercados a manos del avance del polo comercial emergente que se aglutina en los BRICS.
Punto por punto, el análisis de los factores principales de esta temporal y extremadamente cara calma del mercado.
Inflación
Sin adentrarnos en especificaciones economicistas, los factores claves de los precios son: lo que se produce (la oferta), la capacidad de compra del pueblo (la demanda) y los intereses de ambos sectores que determinan su comportamiento.
Cuando se amplía mucho la demanda sin aumentar la producción, hay inflación. Esto sucedió desde el último gobierno de Cristina (2011 – 2015) dado que se promovió el aumento de ingresos y salarios, pero se dejó la producción en manos de las corporaciones privadas. Estas, decidieron (intereses) no aumentar la producción y absorber el aumento de salarios mediante aumento de precios. En ese caso, el grave “error” o mala decisión política, fue dejar la planificación de la producción nacional a cargo de las corporaciones privadas y no utilizar al Estado en un rol corporativo, empresario y productor. En síntesis, solo se atacó una de las claves, la demanda, constituyendo una política económica renga que terminó con el peor de los resultados: el fracaso y el retorno del neoliberalismo hasta estos días.
En términos virtuosos, la forma de acabar con la inflación es potenciar la producción nacional para que el aumento de la demanda no afecte a los precios. Explicado esto, en el gobierno de Milei, la inflación se está reduciendo vía estrangulamiento de la demanda (ajuste, pérdida de empleos y reducción de salarios). En otras palabras, se ataca a la inflación generando un problema económico y social mucho mayor, la recesión.
La reducción del índice inflacionario durante este período solo se explica a través del aumento de la pobreza y la indigencia que genera la recesión. Esto redujo notablemente la capacidad de consumo popular, achicando la demanda y traccionando los precios a la baja.
Estabilidad cambiaria
Luego de la brutal devaluación del 160% al inicio del gobierno de Milei, los tipos de cambio se mantuvieron estables con una depreciación permanente del 2% mensual.
Esto es posible por 4 factores que inyectaron dólares a las arcas oficiales, todos de carácter cortoplacista que indican su explosión más temprano que tarde.
A simple vista, y con cuentas muy generales, se puede notar el carácter efímero y circunstancial de esta estabilidad monetaria y los fines de saqueo que la misma conlleva.
Reservas en dólares al 10/12/2023: 21,000 millones
Ingreso por BOPREAL + nueva deuda: 20,000 millones.
Superávit comercial: 16,000 millones.
Teniendo en cuenta estos datos, el BCRA hoy debería contar con, aproximadamente, 57,000 millones de dólares y, sin embargo, la tenencia en reserva actual es de 30,000 millones. Esto deja en claro el objetivo principal de la política de ajuste y recesión: el saqueo.
Es por todo esto, que el proceso político actual no perdura en el tiempo, la crisis futura es parte del plan propuesto. La urgencia es construir la alternativa política, popular y revolucionaria que nos saque del laberinto colonial.
Destruir el esquema de la Argentina dependiente y exportadora es esencial para dar vuelta la realidad y torcerla a favor del interés nacional y popular.
Debemos volver a la industria y el trabajo, a construir el futuro desde nuestras propias manos y basados en el enorme potencial que tenemos como Patria y Pueblo si nos atrevemos a romper las cadenas que nos atan a la miseria planificada que nos propone el imperialismo.
Rodolfo Pablo Treber – Analista económico , dirigente del Encuentro Patriótico.